El problema de sobrepeso en México es realmente ‘gordo’. Olvidemos por un momento la cantidad de problemas cardiovasculares que el exceso de peso produce en una persona adulta, y qué decir en un niño; que el desarrollo de diabetes tiene una estrecha relación con la obesidad, que entre las desagradables consecuencias de ser gordo están la baja autoestima (por no corresponder con el ‘ideal de belleza mediático, de eso hablaremos después…), bajo rendimiento físico, no digamos como deporte, sino al hacer un pequeño esfuerzo, el sudor excesivo, el cansancio, el daño al sistema óseo y articulaciones…
Podría continuar, pero la tesis queda clara: la obesidad, sobrepeso, ‘gordura’ es dañina a toda edad. Sin embargo, por más campañas que transmiten por televisión acerca de este mal, la realidad es abrumadora.
Intenten salir a la calle sin toparse con una persona que padezca obesidad. Imposible. Y digo que la padezca porque es una enfermedad, pero tal parece que quienes la sufren no se percatan de ello.
Hay doctores que aseguran que comer deprisa no permite una correcta asimilación de los nutrientes, pero contribuye a retener las grasas. Es peor cuando combinamos nuestras deliciosas papas a la francesa, exquisitamente ahogadas en litros de aceite hirviendo, con refresco helado. Eso, tiene como resultado que la grasa que consumimos en las papas se endurezca en nuestros intestinos y sea aún más difícil deshacernos de ella.
Como una forma de evitar subir de peso alocadamente, se recomienda comer despacio, pequeños bocados, en un ambiente tranquilo, de ser posible. Además, hacer ejercicio, evitar consumir refrescos, leche entera (y en lo posible, evitarla) y bebidas alcohólicas (si es imposible la tentación, no mezclarlas con refrescos y no más de dos copas), entre las principales medidas.
El resto de la dieta debe consultarla con su médico, él determinará qué cuidados alimenticios debe seguir.
Y si todo esto no le hace adquirir un poco de conciencia acerca de su ‘masa inercial’ y lo estorbosa que es para todos los demás… hágasa a un lado, por favor, no estorbe en las banquetas y si ocupa más de dos asientos en el transporte público, mejor pida taxi.
Sí, ya entendí que si uno les habla bien, no hacen caso…
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